18 Julio 2011: de Walchsee a Salzburgo, unos 94 Km

Esta vez no empezamos el día con tanta suerte, sigue lloviendo bastante. Como es pronto, remoloneamos un poco a ver si para, pero viendo que no tiene ninguna pinta, nos resignamos y empezamos a recoger. Yo me llevo las bolsas a un sitio techado, y mientras Isma va recogiendo el interior de la tienda para que no se moje. Luego, guardamos por separado en la otra bolsa de basura la capa superior de la tienda, hacemos paquetitos y montamos todo el las bicis. Rodamos un pelín hasta el super del pueblo para desayunar, y allí a cubierto en un banco hicimos tiempo, pero nada, nos iba a tocar rodar bajo la lluvia por el momento.

Así estuvimos hora y media, atravesando bonitos paisajes verdes, viendo los lagos mientras ganábamos altura. En ese momento ya rodábamos por la ruta de Mozart, que sólo abandonamos un rato para evitarnos un buen desnivel. Dejamos un campo de golf bastante grande a nuestro paso, y nos adentramos por valles mucho más frondosos y caminos poco transitados por donde nos topamos con alguna que otra tachuela.





Durante prácticamente toda la etapa no nos encontramos a nadie, salvo alguna patinadora y a un grupo de niños que venían de escalar o algo así, por el material que portaban.

Entre los subi-bajas paramos a comer en el jardín de un gasthof perdido por el monte. Desde allí continuaríamos rodando junto al caudaloso río Salzach entre el valle alpino más cerrado que nos encontramos, atravesando los paisajes más salvajes del viaje.



Durante unos cuantos Km y hasta llegar a Salzburgo, seguiríamos la ruta Tauern, que discurre en su mayor parte por el parque nacional Hohe Tauern, la zona más bonita de los Alpes austriacos.

Salzburgo se encuentra rodeada de montañas, es una pequeña perla medieval en medio de tanta naturaleza. Nos acercamos a las murallas rodando por las calles de la ciudad moderna, y finalmente nos adentramos en el casco antiguo.



Salzburgo era el Vaticano de Austria, lleno de palacios arzobispales, plazas imperiales, jardines impresionantes, la catedral… Además, es la ciudad donde nació Mozart (su casa es ahora un museo). En la colina reina uno de los castillos medievales más grandes de Europa, y dicen que el mejor conservado hasta la fecha.

El hotel que teníamos reservado está en pleno centro, junto a la plaza de Mozart y la Catedral, mejor ubicado imposible. Encontramos un ofertón por booking y ni nos lo pensamos. Todo muy bien, con desayuno buffet etc., un pequeño lujo en esta ciudad.

Ya acomodados, y no contentos con los 94 Km que llevábamos en las patas, decidimos ahorrarnos los 10 euros que te soplan por subir en funicular al castillo y subir a patita. Menudas rampas! No digo na! Jajaja, pero qué es eso después de todo?.

Las vistas desde arriba son espectaculares, qué lugar tan mágico!

Tras la visita al castillo y las fotos de rigor, bajamos de nuevo al centro a dar un paseito por esas calles tan curiosas. Prácticamente todo Salzburgo está dedicado a Mozart, y en general toda Austria. Sin duda es una ciudad muy turística, y los austriacos se aprovechan de ello claro.

La noche y el paseo pronto nos dio hambre y sueño, así que repetimos la operación de todos los días, llenar buche y dormirla hasta el día siguiente. Aún así, teníamos que levantarnos pronto para poder recorrer un poco más la ciudad antes de ponernos en marcha con una nueva etapa ;)