lunes, 4 de mayo de 2009

Estreno alforjero en el Alto Tajo

JUEVES PREPUENTE... 30 DE ABRIL 2009

Tanto tiempo planeándolo... y por fin se está acerando el día, y según se acerca los nervios aumentan, la tensión me agarrota el estómago, el curro me martiriza con un jueves prepuente para cortarse las venas... llego a casa arrástrándome casi a las once de la noche cual reptil y me encuentro a Ismael poniendo a punto las bicis en el patio. Como puedo, y tras una cena rápida, comienzo a preparar las alforjas con lo imprescindible... y pienso: "madre mía, si normalmente me cuesta tirar de mi misma en la bici... ¿cómo coño voy a poder tirar de este peso extra?". Realmete meto lo imprescindible, pero como la zona dicen que es muy extrema, con un frío nocturno de aupa y una calorcito bueno por el día, al final tienes que meter chaquetilla windstopper, chubasquero goretex, térmica de manga larga... y un culote de repuesto (corto, que pesa menos), una camiseta de manga corta, un pantalón largo (el más fino de monte, que pesará menos... sigo pensando), un par de calcetines y un tanga... (ya se sabe, cuanta menos tela, menos pesa jajaja). Ah! y la toalla del decathlon, ese gran invento que ocupa menos, seca más y pesa poco jeje. Cojo las alforjas para probar el peso... y Dios! si esto sigue pesando!... va a ser mi perdición...
Nosotros seguimos cada uno a lo nuestro, y llega el momento de guardar la tienda de campaña cuando... nos damos cuenta de que tenía una varilla rota, y aunque tenemos la de repuesto, nunca hemos hecho por cambiarla, claro, como siempre nos llevamos la tienda más grande en lugar de la liliputiense.. en fin, que la operación cambio de varilla se complica intentando meter la puñetera gomita que va por dentro de las varillas... que así no, que al revés, que si esta es más larga, que si ya está... ¿qué ya está?, su puñetera madre!!, si no entra una varilla en la otra!!... joooooderrrr... no me lo puedo creer...son casi las 3 de la madrugada, estoy que me caigo, nos tenemos que levantar a las 8 y la puta varilla no entra!!... agggg agggg... Así que ahí estaba el primo iogrea en el banco de trabajo del sótano limando el extremo de la varilla casi a las 3 de la mañana... en fin, terminaremos saliendo mañana?, DIGOOOO.. dentro de un rato?.

VIERNES 1 DE MAYO 2009.. continuación

Nos levantamos a las 8:30 casi, con media hora de retraso según lo planeado, pero bueno, el Alto Tajo no nos queda muy lejos, así que nos levantamos cansados pero animados (Ismael más que yo, la verdad, que a esas alturas sigo dudando de mi capacidad para aguantar lo que se me venía encima). Terminamos de montar la tienda en las alforjas, y cargamos el cochecito, esa cucarachita de seat ibiza que me está saliendo bueno, bueno, la verdad, lo tratamos como si fuera un todoterreno cargándolo hasta arriba y metiendolo por pistas y se sigue portando como un maquinón... aunque ya se nos queda chico, pero bueno, habrá que seguir esperando para comprarse un monovolumen o algo así no?, (lo malo es que como no me toque la lotería... y no juego...).
Al final salimos a las 10:45 de casa, tres cuartos de hora más tarde, pero bueno. Ponemos rumbo a Corduente, calculando llegar en unas dos horas... y claro, errorrrr.... tardamos dos horas y pico bastante largas... claro, pero bueno, sin prisa pero sin pausa acabamos llegando a Corduente, atravesamos el barranco de la Hoz y aparcarmos finalmente junto a la iglesia de Cuevas Labradas, un pequeño pueblito en lo alto de un puertito considerable que nos tocaría subir en bici antes o después... es decir, después, al final de la última ruta cuando ya llevemos más de 50Km en las patillas... pero bueno, no hay remedio, así que como nos van a dar las 2 de la tarde cuando queramos salir, decidimos cargar las bicis y comer antes de salir, que así llevamos menos peso jeje. Isma lleva la tienda, que desmontándola bien como nos aconsejó el buen amigo Tonifane se lleva bien, y yo llevo la comida, unas latas de ensaladas, sardinas, embutido, fruta, frutos secos... cosas bastante lights como para hacer unas buenas comidas, pero bueno, esperamos parar el día siguiente en Peralejos de las Truchas y comprar allí o comer algo caliente, así que nos ponemos en marcha. Justo antes de salir, Isma se da cuenta de que lleva la tija equivocada, y en lugar de ser de 31,6 que necesita tiene una de 30,9!!... joooder... no me lo puedo creer, es la ley de Murphy. Aprieta hasta donde puede, y de momento parece que le sujeta sin bajarse y sin tener que pedalear con las rodillas a la altura de la boca... a ver cuánto dura...

Photobucket

Comenzamos llaneando el primer Km, y enseguida nos encontramos con la primera cuestecita... y crac!... mi cambio decide soltar cable y dejarme subir los últimos metros a patita... y además, me encuentro a Ismael en lo alto del cuestorro echando pestes porque la tija se le baja de nuevo... busca una lata de cocacola desesperadamente para poner solución, pero claro, en el medio del monte y en una zona poco frecuentada es difícil encontrar desecho alguno... justo cuando necesitas a un cerdo que haya tirado una lata al suelo no lo encuentras, tiene cohoooooneeeeee.

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Finalmente, después de unos cuantos km y algunos miradores, atravesamos el pueblo de Taravilla y tomamos esta vez la carretera durante algún Km en busca de la zona de acampada de la Huerta del Forestal. El sol ya se estaba yendo, y el fresquito nos obligó a ponernos los goretex durante la rápida bajada. Encontramos rápido y sin problemas el camino hacia la zona de acampada… y aunque resultó un camino con rampote incluido que a esas alturas ya se nos hacía pesado (a mi más que a Ismael, por si lo dudábais…), llegamos a una bonita pradera cubierta con hojas caidas junto al río donde en un momentito plantamos la tienda.

Photobucket

Photobucket

Se empezaba a meter bastante aire y frío, así que nos marcamos una cena rápida a base de sardinas, ensaladas, embutido y fruta, y enseguida nos metimos en la guarida a descansar, que a pesar de lo bonito y solitario del sitio no podíamos seguir castañeando los dientes jeje.
La noche… al menos para mi, fue durilla. Nos cayó una helada de las buenas, y no conseguí entrar en calor ni a tiros, así que no pegué ojo en toda la noche. Además, durante las últimas horas, cuando de puro cansancio me quedaba traspuesta un momento, la espalda me pegaba el calambrazo y tampoco me dejaba dormir, así que fue toda una odisea para mi pasar la noche. Aún me estoy riendo recordando el ataque de risa que nos entró tras tener que salir a hacer pis con un frío del carajo… nos acordábamos de Jesús Calleja y su aventura cruzando el polo cuando tenía que cagar en el hielo a menos no sé cuantos grados…. Jajajja.

Tuvimos un amanecer precioso, y enseguida movimos la tienda, las bicis, y a nosotros mismos frente al sol para entrar en calor y que se secara todo, porque vaya helada… Desayunamos algunas barritas de cereales y frutas de nuevo, y nos pusimos en marcha.
Dados los acontecimientos, decidimos prescindir de la ruta de La Muela y enlazar con el gr10 en dirección la Laguna de Taravilla. Por el camino, un pequeño puertecito nos dejó en un collado desde donde teníamos unas bonitas vistas de la laguna y al otro lado del Salto de Poveda.

Photobucket

Photobucket

Bajamos hasta la laguna, hicimos las fotillos de rigor, y fue entonces cuando nos dimos cuenta de la que se nos preparaba… teníamos que conseguir llegar a la pista que había al otro lado del Tajo para proseguir nuestro camino, pero no hay puentes… bueno, creo que hay uno unos Km abajo, pero pertenece a una ruta senderista por donde vimos que no podíamos seguir con las bicis, pues tendríamos que arrastrarlas por unos senderos pedregosos que se podían intuir como un infierno con alforjas. La otra opción era hacer unos 20 Km más hasta llegar a ese punto que teníamos enfrente… así que no nos quedó más remedio que atajar por el Tajo jejeje. Aún me estoy imaginando mi careto intentando digerir que me tenía que cruzar el río con el agua helada por la cintura, la bici, las alforjas y la mochila jajaja… en fin, que mientras yo despertaba del shock Isma ya se había cruzado el río unas 6 o 7 veces cruzando trastos, así que ya sí que no me quedaba remedio… la verdad es que al final no fue tan malo, hasta le vino bien a mis piernas el agua fresquita… y menos mal que hacía bastante calor (no te fastidia!... después de que casi me congelo por la noche!... y a esas horas nos tuvimos que embadurnar en crema solar para no parecer cangrejos… y aún así…).

Photobucket

Photobucket

Posteriormente, seguimos por un sendero por donde tuve que arrastrar bici y alforjas unos metros… porque por mucho que gritaba el nombre del “mudito” éste estaba ya parlando con otros biciclisteros arriba del todo!!... sin comentarios…

Llegamos a las Casas del Salto, donde nos metimos una buena comidita hipercalórica para el cuerpo en un restaurante “jipi”… estuvo divertido… el jipi nos recordaba a nuestro querido colega “Jipi”… Y… cuando estaba tan agustito al solete descansando, se me ocurre preguntarle a Ismael: “¿cuánto queda?”… y me dice: “unos 35 Km”… jooooder…. En fin, que con la barriga llena, al sol, y con muy pocas ganas nos ponemos en marcha a ver hasta donde llego jeje. El paraje comienza a cambiar, y a partir de aquí rodamos por una pista junto al Tajo entre arbolitos… ayyy qué bonito, qué color tiene el agua, qué limpita, y que a la sombrita!! Por fin!! Jajaja.

Photobucket

Photobucket

Lo mejor de todo, es que a partir de este punto hay un montón de zonas de acampada, de manera que ante un pajarón podría dejarme arrastrar a cualquiera de ellas no?. Pim pam pim pam van pasando los Km; en llano voy bien, pero en cuanto hay una tachuelilla ya me cuesta jeje, pero bueno, poniendo velocidad absurda una puede llegar hasta donde sea (me digo… y si no que se lo digan a Nano, mi mentor, jejeje). No sé por qué, pero más adelante se me ocurre volver a preguntar cuánto queda (pregunta también absurda, lo sé, jeje)…a lo que me responden “unos 15Km”. Todo este rollo es para contaros, que pasaron los 15 Km… y me dio por sospechar que iban a quedar otros 15 jeje porque seguíamos estando a tomar por saco del destino final, Cuevas Labradas… y claro, obviamente, quedaban otros 10 y 15 más!.. total, que ya pensé, “buah!, si me va a dar igual, no sé para qué pregunto” jajajaja. La verdad es que tengo que decir que cuando ya llevábamos más de 50 Km las piernas no me dolían, me había aconstumbrado al peso de las alforjas y apenas las notaba, y por eso físicamente aguanté bastante bien, eso sí, entre los Km y el calor llevaba el culo como el de un mandril, y eso… jode eh?.

Photobucket

Photobucket

Subimos algunas tachuelitas más entre barrancos, pasamos puentes con bonitas vistas junto al río, seguimos rodando km y Km, y ya por fin divisamos el pueblo… en lo alto de un monte!!, …y la jodía pista ahora descendía para luego acabar con un subidote muy majo hasta el p… pueblo!!.

Photobucket

Photobucket

Ismael se ofreció a subir el puertecito y bajar el coche para ahorrarme la trepada, pero claro, después del pequeño “error” de kilometraje ahora le iba a tocar aguantar mi super-ritmo de 4Km/h todal la subida, porque… por mis huevos que llego hasta el coche sobre la bici!!, le dije (pobrecitoooo… después del ofrecimiento, qué paciencia!).
Total, que trepando trepando en cada curva del puertecito conseguí llegar claro, eso sí, reconozco que al pobre Ismael le ladré porque se le ocurrió ponerse a cotorrear en pleno esfuerzo sobrehumano que yo estaba haciendo jajajaja.

Photobucket

Photobucket

En fin, espero que al menos estuviera orgulloso de mi, porque yo desde luego acabé muy contenta, por la ruta, la compañía, y porque a pesar de llevar dos días haciendo 50 y casi 60 Km con el peso de las alforjas mis rodillas se portaron estupendamente y lo único que me molestó fue el carnet de madre.
Conclusión de toda la crónica…..¡¡Yes, we can!!.