jueves, 24 de noviembre de 2011

25 de Julio 2011: Viena

Por primera vez en muchos días tenemos un día de descanso, que pretendemos aprovechar para sacarle todo el jugo turístico a la ciudad de Viena; que lo hagamos con o sin la presencia del diluvio universal de nuevo dependerá de la suerte del día…. Y parece que amanece nublado pero hace muy buena temperatura.
Bajamos a desayunar tranquilamente y mientras tanto planeamos nuestra ruta de museos y monumentos a visitar. Caminando llegamos en 10 minutos al palacio Belvedere. Puedes comprar la entrada del Belvedere Alto, el Bajo, o la combinada, pero nosotros optamos por el Alto, donde se encuentra la mayor colección de cuadros de Gustav Klimt, uno de mis pintores favoritos…. Tengo que decir que me llevé un buen chasco, porque de los cuadros más conocidos sólo quedaban allí expuestos un par de ellos, y la mayoría eran de paisajes, etc., pero bueno, el Beso se puede ver en todo su esplendor.
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Desde dentro del palacio hay una bonita vista de los jardines y del Palacio Bajo.
PhotobucketHacía bastante viento, pero estaba hasta saliendo el sol, así que cogimos un tranvía y luego un metro hasta el Palacio de Shönbrunn, o Palacio Imperial de verano de los Augsburgo.
A nosotros lo imperial no nos llama mucho la atención, pero estando en Viena estábamos obligados a visitar los Palacios principales, posiblemente sea una ciudad a la que no volveremos, así que… a dejarse las pelas!!.
Hay varios tipos de entrada según la cantidad de salas y jardines que quieras visitar. La entrada más cara incluye también una degustación de Applestrudel, pero nosotros cogimos algo intermedio que nos permitiera visitar el Palacio y los jardines… aunque como veríamos más tarde para pasear por los jardines y llegar hasta la Gloriette no es necesario pagar más dinero… para haberlo sabido!!.
El Palacio no deja de ser un gran palacio imperial más, y para los que conocemos Aranjuez, La Granja de San Ildefonso o el Palacio Real de Madrid no resulta nada nuevo, eso sí, bonito es.
Salimos y nos paseamos un buen rato por los jardines aprovechando el poco sol que está haciendo acto de presencia en este viaje.

PhotobucketSubimos a la Gloriette y hacemos unas cuantas fotos paisajísticas aprovechando la perspectiva.
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Photobucket Con la tontería nos ha dado la hora de comer, así que nos acoplamos en un banco al solete y sacamos nuestros bocatas. Después, empezamos a darnos cuenta de que estamos cansados y nos está entrando sueño… así que comenzamos a movernos en cuanto podemos.

Otro metro y tranvía nos cruza media ciudad para dejarnos cerca de las Hunterwasser, unas casas o mejor dicho, un edificio de apartamentos con un diseño muy particular de este arquitecto, donde destacan las formas redondas y el colorido por encima de todo. La zona resulta atractiva, y entramos en una pequeña galería comercial situada justo enfrente y que tiene el mismo diseño. Hay tiendas para comprar recuerdos, una cafetería y unos baños inspirados en la época art decó.
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PhotobucketDespués del tour cultural nos entra mucho sueño, así que aprovechando que estamos de descanso nos vamos para el hotel a dormir la siesta a pierna suelta.
Cuando nos despertamos ya queda poca luz, así que tras una buena duchita nos volvemos a ir caminando al centro a pasear un rato y buscar un sitio para cenar.
Básicamente ya hemos visto casi todo, así que con la panza feliz nos volvemos a dormir y descansar hasta el día siguiente.